CRISIS Y RECESIÓN
LA CRISIS DEL SISTEMA MONETARIO
Los
grandes gastos de los gobiernos de EEUU, y especialmente los gastos
ocasionados por la carrera armamanetista de la Guerra Fría (y sobretodo
los gastos por la intervención en Vietnam), crearon un déficit (más
gastos que ingresos) en ese país.
Para
cubrir el déficit, EEUU creó más dólares, muchos más de los que podía
respaldar con oro. Como EEUU pagaba lo que importaba con dólares, esta
moneda inundó el mundo. En 1971 había más de 62 mil millones de dólares
fuera de EEUU, mientras que sus reservas en oro llegaban a 10 millones.
Los países de Europa Occidental trataban de convertir los dólares que
circulaban en sus países en oro, enviando los billetes de la moneda
norteamericana a EEUU. Así lo hacían desde 1945, pero, en 1971, el
presidente de EEUU, Richard Nixon, suspendió la conversión de dólares en oro y devaluó el valor del dólar.
Los
países europeos se negaron a acompañar la devaluación del dólar
devaluando sus monedas y adoptaron un sistema de cambio de moneda
flotante. El sistema creado en Breton Wood se venía abajo.
LA CRISIS DEL PETRÓLEO
A principios de la década de 1970, las condiciones que habían permitido el crecimiento económico dieron señales de agotamiento.
El primer problema se evidenció en 1971 cuando EEUU devaluó el dólar abandonando su convertibilidad en oro.
Pero otro problema se sumó en 1973 con el aumento del precio del petróleo
que terminó con la energía barata. Los países capitalistas avanzados
habían basado su crecimiento industrial en el uso del petróleo, una
energía barata. Salvo EEUU, que poseía sus propias reservas (aunque
también importaba), el resto de las potencias occidentales dependían del
abastecimiento de petróleo desde otros países.
Los
países árabes y Venezuela suministraban el 40% del petróleo mundial.
Estos países habían decidido en 1960, crear una organización para
defender sus intereses económicos: la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Los
países árabes, que eran el grupo mayoritario dentro de la OPEP,
respondieron al apoyo brindado por EEUU y Europa Occidental a Israel
(que estaba en guerra con los países árabes) con un incremento del
precio del petróleo; además se decidió limitar la cantidad de petróleo
extraído. Entre 1973 y 1974 el precio del petróleo se multiplicó por
cuatro. En 1979, al producirse la revolución islámica en Irán (que
provocó la caída del emperador de Irán amigo de los gobiernos
occidentales), el precio volvió a dar un salto. El precio del barril de
petróleo que en 1973 estaba a casi 3 dólares, pasó a costar 30 dólares
en 1980.
Los
países capitalistas se vieron afectados al disminuir la tasa de
ganancia de las empresas Los precios aumentaron (inflación) y también el
desempleo. La crisis terminó con el pleno empleo que se venía dando
desde la Segunda Guerra Mundial. La combinación del bajo crecimiento
económico y el desempleo, puso en dificultades al estado benefactor:
mientras disminuían los ingresos del estado por que había menos empresas
pagando impuestos, aumentaban las demandas sociales, por ejemplo los
seguros de desempleo. Mientras había altas ganancias, a las empresas no
les importaba distribuir parte de esa ganancias, pero ahora que las
ganancias eran menores no pensaban igual.
Los
gobiernos y los empresarios tomaron medidas para recuperar la ganancia
de las empresas y reducir los gastos del estado. Los costos de la crisis
fueron pagados por los trabajadores
EL NEOLIBERALISMO
Como
consecuencias de la crisis, o aprovechándose de ella, surgieron fuertes
críticas al keynesianismo y al estado benefactor y se buscó como
alternativa volver al liberalismo. Este se va a imponer con el nombre de
neoliberalismo a partir de los años 80. El presidente de EEUU
Ronald Reagan y la Primera Ministra de Inglaterra Margaret Tatcher van a
ser dos de los impulsores del neoliberalismo. Los neoliberales
sostenían que:
- el estado debía intervenir lo menos posible en la economía;
- se debían privatizar las empresas estatales;
- se debía regular los precios y los salarios por el mercado (oferta y demanda) y no por el estado;
-
el estado debía gastar menos en educación, salud y beneficios sociales,
para de esa manera cobrar menos impuestos a las empresas y estas, al
ver que podían ganar más, invirtieran más y generaran más empleo.
Tatcher y Reagan |
Muchos
gobiernos conservadores tanto en países desarrollados como
subdesarrollados aplicaron las ideas neoliberales. La desaparición de la
URSS y del bloque socialista en los años 90, eliminó la posibilidad de
una alternativa distinta para los trabajadores, por lo tanto fue más
fácil a los gobiernos capitalistas aplicar medidas que parecían tan
impopulares. Además los organismos internacionales como el FMI y el
Banco Mundial tomaron las ideas neoliberales como las más acertadas y
han obligado a los países a los que dan préstamos a ponerlas en práctica.
DESEMPLEO Y EXCLUSIÓN
Las
consecuencias de la crisis del petróleo combinadas con las políticas
neoliberales y los cambios en la forma de trabajo en las fábricas
(robotización, teletrabajo, etc), han provocado la precarización de las
relaciones laborales.
El contrato de trabajo estable por
un tiempo indeterminado, que permitía al trabajador “hacer carrera”
dentro de una empresa, ir ascendiendo con la antigüedad y mejorar su
salario, ha ido desapareciendo. Así como se ha extendido el desempleo,
el empleo se ha hecho precario: contratos a termino (sólo por un tiempo
determinado o al terminar una tarea), trabajo de jornada parcial
(part-time), sub-contratación, etc.
La desocupación y la precarización afectan a todos los trabajadores, pero sobretodo a mujeres y jóvenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario