LA SOCIEDAD DE CONSUMO Y SUS CONTRADICCIONES
LA SOCIEDAD DE CONSUMO
El
crecimiento económico durante los “años dorados” dio origen a la
sociedad de la abundancia o “sociedad opulenta”. La ciencia y la
tecnología desarrolladas a partir de la revolución industrial,
aumentaron la producción a tal punto que se corría el riesgo de saturar
el mercado de productos. Esto podía provocar una crisis de
superproducción: cierre de fábricas, desempleo, etc.
El problema era como
lograr que aumentara la demanda, como convencer a la gente que comprara
más productos o comprara productos nuevos aunque ya tenía esos
productos. Una forma era añadir a esos productos innovaciones
técnicas o beneficios que realmente los hiciera mejores, como más
velocidad en un auto o menos consumo de energía en una heladera. Pero
las diferencias técnicas que se podían observar de un año a otro no eran
tantas como para justificar cambiar un artículo por otro nuevo.
Entonces
la publicidad se encargó de convencer a la gente que tener “el último
modelo” de algo era necesario. Había que hacerlo para “estar a la moda”.
El nuevo producto tal vez no era necesario ni agregaba nada nuevo a su
utilidad, pero se convence a las personas que tenerlo da prestigio
social. De esta manera se creaba la necesidad de comprar, de consumir productos que tal vez no se necesitaban.
La
publicidad hizo que la compra de un producto se separara de la
necesidad verdadera que se tuviera de él. Además se empezó a valorar el
tener determinado producto de marca o la acumulación de productos. Tener
más o tener “cosas de tal marca” daba prestigio a quien las tenía; era
un signo de éxito personal. Para lograr esto se contaba con la difusión
de los medios de comunicación de masas (mass media), fundamentalmente el
cine y la televisión. No sólo los ricos, sino también las clases medias
y los trabajadores aspiraban a tener la ropa, las casas, los
electrodomésticos que mostraban las pantallas.
Aquellos que defendían al sistema capitalista sostenían que poseer los productos de moda demostraba tener éxito,
y el éxito mostraba la capacidad y el esfuerzo de las personas. Dicho
de otra manera, los que no tenían éxito era por que no eran inteligentes
o no querían trabajar, y era “natural” que quedaran al margen.
Esta forma de pensar se impuso primero en EEUU y luego se fue extendiendo a otros países.
Los
años de post-guerra fueron para EEUU un período de prosperidad y de
gran optimismo. El común de los norteamericanos tenía plena confianza en
la expansión económica y en la estabilidad de sus gobiernos. Confiados
en si mismos se lanzaron a disfrutar de los bienes materiales y las
posibilidades que el "sistema americano" les ofrecía en abundancia. Era
el éxito de la "sociedad opulenta".
El
esplendor económico y su hegemonía en el mundo occidental hizo que su
modo de vida se extendiera a otras sociedades y se tomara a la familia
norteamericana como modelo. Para eso estaban los "mass media", los
poderosos medios de difusión , no sólo de noticias, sino de imágenes, de
ideas, de estilos de vida, que se encargaban de mostrar al "estilo de vida norteamericano" como el mejor, desde el cine de Holywood a las revistas del Pato Donald.
La
familia norteamericana que mostraban las películas vivía generalmente
en un edificio de apartamentos o en los barrios residenciales de amplias
avenidas. Los chicos se desayunaban con cereal, tostadas y jugo de
frutas, para luego ir al colegio mientras la madre, de cabello rubio
platino iba la shopping center. El padre era un oficinista que, con los
pies encima del escritorio pensaba donde pasaría la familia las próximas
vacaciones. Por la noche los padres salían y la baby sitter se
encargaba de los niños que se iban a dormir luego de comer el infaltable
pastel de manzana. Para que la madre tuviera tiempo de salir a ver
vidrieras, ir a la peluquería o recibir amigas, tenía a su disposición
todos los aparatos que la tecnología le suministraba: la lavadora, la
heladera, la batidora, etc. Y no hay que olvidarse del televisor que
ponía en contacto a la familia con lo que pasaba en el mundo, o en parte
de él.
Rapidez,
dinamismo y eficiencia eran básicos en ese estilo de vida. No se podía
perder tiempo en un almuerzo, así que para quienes trabajaban en las
oficinas, bastaba con una hamburguesa o un emparedado que se consumían
de pie en la barra de un bar mientras se leía de apuro el diario.
La
publicidad a través de la televisión (en 1953 el 47% de los
norteamericanos poseían un aparato, pero en 1965 era ya el 95% de la
población) creó nuevas necesidades e impulsó a consumir más y más
productos. Además unificó los gustos uniformizando el consumo. Todos los
habitantes de distintas ciudades consumían los mismos alimentos,
vestían las mismas ropas, escuchaban la misma música, idolatraban a las
mismas estrellas de cine.
Era
la masificación de la vida cotidiana, por lo que los comportamientos y
los gustos se volvieron muy previsibles: el conformismo dominaba. Todos,
sin importar la edad se adaptaron a las normas establecidas sin
reflexionar sobre ellas. Los roles personales y familiares se asumían
sin cuestionarlos.
CONTRADICCIONES SOCIALES
Muchas
personas quedaban al margen de la sociedad opulenta. Por ejemplo en
EEUU había población pobre en algunas zonas rurales y también en los
barrios marginales de las grandes ciudades del este, como Nueva York.
También gran parte de la población afrodescendiente de los estados
sureños de EEUU que aún eran discriminados por el color de su piel.
Muchos jóvenes, concientes de esa situación contradictoria, y
desconformes con el estilo de vida de los mayores, manifestaron sus
discrepancias con la sociedad de consumo. En
amplios sectores de la juventud se extendió la necesidad de cambiar la
sociedad, de llevar la libertad hasta los últimos límites y terminar con
una sociedad consumista, competitiva, individualista y con escasa
solidaridad.
La rebelión de los jóvenes en EEUU. En los años 50 y 60 los jóvenes optaron por formas de pensar, sentir y actuar distinto al de sus mayores. En EEUU hicieron
su aparición los beatnik y los hipsters. Ambas palabras aludían a la
persona que es conciente de si mismo, de lo que le está sucediendo y
hacían referencia a una nueva forma de pensar y de ver las cosas.
Criticaban y rechazaban todo aquello que entraba dentro del estilo de
vida norteamericano, a veces de una manera exagerada, como para mostrar
su inconformismo. Querían que sus vidas no fueran una repetición de la
vida de sus padres, algo distinto a la acumulación de dinero, mirar
televisión y consumir. Abandonaban la familia y el estudio y viajaban
por EEUU, de una ciudad a otra, buscando algo nuevo. Escuchaban la
música de los negros, los blues, e intentaban tocarla. El consumo de
alcohol y drogas, el rechazo al trabajo, fueron otras de sus señas de
identificación.
"Amor, no guerra" proponían los hippies |
Los
beatniks y los hipsters fueron grupos pequeños y marginales
desconocidos por la mayoría de la población, pero fueron un primer
movimiento de rebeldía que sirvió de base a los movimientos masivos de
los años 60 protagonizados por los hippies
Los
hippies rechazaron la tecnología, el ahorro, el consumisno y buscaron
una vida más natural, más inocente y menos contaminada. La revuelta se
dirigía contra todo lo establecido: los padres, la policía, las
jerarquías sociales y las normas de comórtamiento. Dejaron crecer sus
cabellos, se vistieron con túnicas orientales o vestimenta indígena, se
colgaron collares y adornaron sus cabezas con guirnaldas de flores.
Vivían en comunidades y reclamaban "amor y paz". Algunos se dirigieron
hacia la costa de California o hacia México, buscando el "paraíso
perdido". Algunos creían hallarlo en el consumo de drogas: LSD,
marihuana, heroína. Los que se quedaban en los centros de estudio
realizaban marchas de protestas oponiéndose a la intervención de EEUU en
la guerra de Vietnam.
El mayo francés. También
en Europa hubo movimientos juveniles de protesta. Estos movimientos
tuvieron objetivos políticos, lo que los diferencia de los hippies. El
más importante fue el que se desarrolló en Francia en mayo de 1968. Se
inició en la Universidad de Nanterre en París como protesta contra el
sistema educativo universitario, pero luego se extendió a otras
universidades y contó con el apoyo de intelectuales y sindicatos
obreros.
Se
inspiraba en revolucionarios como el Che Guevara y Mao Zedong, aunque
sus declaraciones, volantes y graffitis, tenían una clara influencia
anarquista. Se oponían tanto a los partidos de derecha como a lo que
ellos llamaban “la izquierda tradicional” (partidos socialista y
comunista). Reclamaban el derecho a la utopía, una sociedad donde el
trabajo fuera humanizado y no existieran jerarquías.
Durante
todo el mes de mayo los estudiantes ocuparon las universidades y los
obreros las fábricas, enfrentándose en las calles con la policía.
Finalmente las protestas perdieron fuerza y los sindicatos decidieron
levantar la huelga y volver al trabajo.
El
“mayo del 68” fue el símbolo de una generación que se sentía capaz de
cambiar el mundo. En todo el planeta los años 60 mostraron nuevas formas
de conducta juvenil. Los jóvenes rechazaban ser considerados como
niños, o como personas que debían esperar su madurez para ser tomadas en
cuenta. Por eso su actitud de rechazo a todo lo adulto y el intento de
vivir la vida plenamente y con rapidez: abandonar la casa paterna, tener
relaciones sexuales, tomar decisiones, todo debía hacerse rápido. Los
"héroes" de esta generación eran jóvenes que morían siendo aún jóvenes:
el actor James Dean o los cantantes Buddy Holly, Janis Joplin, Jimmy
Hendrix y Jim Morrison entre otros.
Pero
esta independencia de los jóvenes fue aprovechada por las empresas que
vieron en ellos un nuevo mercado de consumo. La publicidad comenzó a
dirigirse hacia ellos y, lo que en un principio fue símbolo de rebeldía,
se convirtió en moda y objeto de consumo.
En
las sociedades desarrolladas de Europa y EEUU, con empleo seguro y
buenos salarios, los padres pudieron darles una "mensualidad" a sus
hijos, creándose un "mercado juvenil". Los jóvenes gozaban de un poder
adquisitivo que inmediatamente fue aprovechado por las empresas para
fabricar masivamente objetos destinados al público joven: discos, ropa,
etc. Los jóvenes se identificaron con esos objetos como algo propio de
ellos y que los diferenciaba del mundo adulto, sin saber que era parte
de una estrategia de marketin.
La vestimenta de los hippies se convirtió en otro objeto de consumo |
Los
conciertos musicales dejaron de ser una asamblea de paz y amor al aire
libre para transformarse en un lucrativo negocio. Los collares y la ropa
hippie pasaron a ser un artículo más de consumo que se vendía en las
grandes tiendas.
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