EL MUNDO CAPITALISTA DESARROLLADO
EL SISTEMA POLÍTICO: LAS DEMOCRACIAS LIBERALES
Terminada
la Segunda Guerra Mundial, en los países del bloque capitalista se
extendió el sistema de gobierno llamado democrático liberal. Países
europeos que, como Alemania e Italia, habían tenido gobiernos
autoritarios, volvieron a los sistemas democráticos. En Japón, si bien
se mantuvo al emperador, el poder pasó al parlamento y al primer ministro.
Estos gobiernos se caracterizaban por:
- Realizar elecciones a través de partidos políticos para elegir a los representantes.
-
Derechos individuales que aseguraban la libertad de expresión, la
propiedad privada, la libertad de movimientos dentro del país, la
libertad de reunión y asociación, etc.
-
Existencia de varios partidos políticos (pluripartidismo), aunque en
muchos países la tendencia fue a que hubiera dos mayoritarios.
En Europa Occidental se establecieron gobiernos con sistema parlamentario: el gobierno quedaba a cargo de un primer ministro que
necesitaba el apoyo del parlamento, lo que obligaba a los partidos a
formar coaliciones para obtener la mayoría parlamentaria. Esto sucedía
tanto en monarquías (por ejemplo Inglaterra), como en repúblicas (como
Francia, Alemania o Italia). En países como Francia e Italia después de
la guerra hubo un crecimiento importante del partido comunista; los
otros partidos unieron fuerzas para evitar su triunfo y luego el
comunismo fue perdiendo apoyo electoral aunque mantuvo mucha influencia
en los intelectuales (escritores, directores de cine, etc)
En
EEUU se mantuvo el sistema presidencialista, donde el presidente es
elegido por la población (en forma indirecta, ya que los votantes eligen
colegios electores que son los que luego eligen al presidente) y no
necesita apoyo del parlamento. Se mantuvo la rotación en el gobierno del
partido Demócrata y del partido Republicano.
Harry
S. Truman (1945-1952), del P. Demócrata fue el sucesor de Roosevelt y
mantuvo la política económica de este: la intervención del estado para
asegurar el pleno empleo y mantener los niveles de consumo de la
póblación. Desde su presidencia se creó el Plan de Reconstrucción de
Europa, conocido como Plan Marshall.
Dwight
Eisenhower (1953-1960), del partido Republicano, intentó reducir los
gastos del estado en salud, vivienda y seguridad social, política que ha
sido característica de los gobiernos del P. Republicano, junto con el patriotismo exaltado, políticas fiscales a favor de los más ricos y aumento del gasto militar a costa del social.
John F. Kennedy (1961-1963), del P. Demócrata pretendía
mejorar las condiciones de vida de los sectores más pobres y la
integración de minorías (como la población negra). Durante su gobierno
se vivieron momentos “calientes” de la guerra fría como la crisis de los
misiles en Cuba , la intervención norteamericana en Vietnam y la
construcción del muro de berlín.
Lyndon
B. Johnson (1963-1968) era el vicepresidente y asumió el gobierno tras
el asesinato de Kennedy. Su gobierno, al igual que el de Nixon, se vio
sacudido por las protestas juveniles contra la intervención de EEUU en
Vietnam.
Richard
M. Nixon (1969-1974) llevó al gobierno otra vez al P. Republicano.
Debió renunciar envuelto en un escándalo que lo involucraba en el
espionaje llevado a cabo contra el Partido Demócrata (el caso
Watergate).
LOS ACUERDOS DE BRETON WOODS Y LA HEGEMONÍA DE EEUU
En
julio de 1944, en la localidad norteamericana de Breton Woods, se
reunieron los principales dirigentes políticos de 44 países
capitalistas. Allí decidieron crear normas para regular el valor de las
monedas y el comercio internacional y organismos encargados de llevar
adelante esas normas.
Las resoluciones más importantes fueron:
- Considerar al dólar como moneda internacional de intercambio, o sea usarla para pagar las importaciones.
-
Crear organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco
Mundial (BM), en los cuales habría representantes de todos los países
firmantes de los acuerdos. Estos organismos tenían como principal
objetivo recuperar las economías de los países para reactivar los
mercados y crear nuevas áreas de consumo. Los economistas temían que al
terminar la guerra (que aún se estaba desarrollando), los países
desbastados se encerraran en si mismos, se restringiera el comercio y se
viviera una situación parecida a la de la crisis de 1929, donde la
disminución del consumo provocó el cierre de fábricas y desempleo.
Los
dirigentes de Europa y EEUU eran conscientes que las causas de la
guerra había que buscarlas en la crisis del 29 y sus consecuencias
sociales y políticas: la miseria que llevó al descontento y el
surgimiento de los fascismos como una forma de mejorar las economías.
Alemania mejoró su economía gracias al rearme impulsado por Hitler, pero
ese rearme luego llevó a la guerra.
En Bretton Woods se diseñó el sistema económico mundial |
Estas
medidas tomadas en Breton Woods reconocían la supremacía de EEUU. Esta
supremacía tenía varios pilares: militar, tecnológico, político y
económico.
A
EEUU le servía una rápida reactivación del comercio internacional
después de la guerra y no dudó en destinar grandes sumas de dinero a los
países afectados (por ejemplo el Plan Marshall para Europa). Los
dólares enviados al exterior, como ayuda o préstamos, pronto regresarían
a EEUU cuando los países recuperados comenzaran a importar productos
fabricados en EEUU. Para eso era necesaria la estabilidad de las
monedas; por eso el FMI prestaba dinero a los países que tenían
dificultades para mantener a las suyas con un valor estable. Ese valor
se fijaría en relación al dólar, o sea la moneda de un país valía
determinada cantidad de dólares.
El uso del dólar como moneda internacional tuvo varias consecuencias importantes.
En
primer lugar el dólar sustituyó definitivamente al oro y a la libra
esterlina inglesa como monedas para pagar las importaciones o para las
compras de gran valor entre particulares: la compraventa de propiedades,
empresas, etc, se realiza en dólares. Incluso se comenzó a usar el
dólar como forma de ahorro privado dada la estabilidad de esa moneda.
El dólar pasó a ser la moneda más importante |
¿Por qué se le daba tanta importancia al dólar?
Al finalizar la Segunda Guerra EEUU había acaparado una enorme cantidad
de oro, el tradicional respaldo de las monedas, debido a sus
exportaciones. Los países que europeos que se habían quedado sin oro
necesitaban otro elemento para hacer sus intercambios y se recurrió a la
moneda norteamericana precisamente por la gran cantidad de oro que
había acumulado EEUU. Se suponía que el dólar era la moneda con mayor
respaldo.
Pero
en los años posteriores a la guerra EEUU fue aumentando sus gastos y
para pagarlos emitió más dólares: en 1948 los dólares que circulaban en
el mundo eran 6.400 millones; en 1968 llegaron a 35.700 millones. Muchos
de esos dólares salían de EEUU y no volvían porque los países los
retenían para respaldar sus monedas, a falta de oro. Hasta los años 70
los dólares norteamericanos emitidos tenían un respaldo en oro; pero
debido a la gran cantidad de dólares circulante, en 1970 el presidente
Richard Nixon decidió que el oro ya no se usaría como respaldo de la
moneda norteamericana.
LA RECONSTRUCCIÓN DE EUROPA
EEUU,
convertido en el líder de los países capitalistas, decidió brindar
apoyo para la reconstrucción de Europa. En junio de 1947, el General
George Marshall, secretario de estado del presidente Harry Truman,
anunció un plan para la recuperación de Europa. El Plan Marshall impulsaba la recuperación de Europa para:
1)
Crear una próspera Europa Occidental, unida económica y militarmente
por EEUU, para que sirviera de barrera contra el avance del comunismo
soviético.
2)
Obtener en Europa mercados para los productos norteamericanos. Para el
restablecimiento de las economías europeas, devastadas por la guerra,
era vital el aporte de dinero y tecnología de EEUU, de esa manera
crecería el empleo y el nivel de consumo.
El
Plan Marshall puso en evidencia la relación entre los objetivos
estratégicos-militares del gobierno norteamericano y los intereses
económicos de las empresas. No sólo servía para evitar el avance del
comunismo, sino que también resultó un importante estímulo para las
empresas norteamericanas, dado que el plan consistía, en buena parte, en
que el gobierno de EEUU entregaba a Europa alimentos, maquinaria y
materia prima comprados a empresas norteamericanas.
El
éxito de Plan Marshall y la guerra fría llevó a EEUU a extender planes
similares a otros países como Japón, Filipinas, Israel, Australia entre
otros.
EEUU
había salido fortalecido de la guerra. No se había peleado en su
territorio, y la guerra había desencadenado una serie de cambios
tecnológicos. Durante la guerra se fue dando una estrecha vinculación
entre el gobierno, las grandes empresas y los científicos,
constituyéndose lo que luego se llamaría “el complejo
industrial-militar”, uno de los pilares de la economía norteamericana en
la segunda mitad del siglo XX. Hacia el año 1950 la producción de EEUU
era el 60% de todo lo que producían los países capitalistas y tenía el
60% de los capitales de los mismos países. Así como el dólar era la
moneda de referencia, las industrias norteamericanas eran la principal
fuente de innovación.
LOS AÑOS DORADOS DEL CAPITALISMO: EL BOOM ECONÓMICO (1945-1973)
El crecimiento de la economía mundial fue notable, en particular
en los países capitalistas desarrollados que formaron la Organización
de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, integrada por los países
industrializados e Europa Occidental, EEUU, Canadá, Australia, Japón y
Nueva Zelanda).
En
el período que va desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta el
año 1973 (en que comienza la crisis del petróleo) no sólo hubo
crecimiento económico; también hay un cambio profundo en la forma de
producir, en los bienes y servicios que se comercializaban y en las
características del consumo, entre otras cosas.
Una
de las características más notables fue el impacto del cambio
tecnológico en la producción. La aplicación de la ciencia a la
producción se volvió imprescindible. Se destacaron algunas empresas, en
especial en electrónica y química, que lograron avances importantes a
partir de una cuantiosa inversión en investigación.
No
sólo las empresas invertían en investigación; también lo hacían los
gobiernos. En el marco de la Guerra Fría, EEUU realizó importantes
inversiones en ciencia ya que los avances científicos y tecnológicos era
una de las áreas donde competía con la Unión Soviética. Los soviéticos
tomaron ventaja al poner el primer satélite en órbita (el Sputnik 1en
1957) y el primer hombre en el espacio (Yuri Gagarín en 1961). EEUU
respondió creando la Agencia Espacial y Aeronáutica Nacional (NASA). El
programa Apolo desarrollado por la NASA permitió la llegada del hombre
ala Luna.
Aparecieron
nuevos productos como los plásticos y las fibras sintéticas que
sustituyeron a los productos naturales; el uso de plásticos se
multiplicó por 50 entre 1950 y 1970. Se desarrolló la industria
farmacéutica cuya manifestación más saliente fue la producción de
antibióticos. El progreso de la petroquímica permitió elaborar
pesticidas y fertilizantes.
El crecimiento económico se vio facilitado por la abundancia de energía barata.
El petróleo se convirtió en la principal fuente de energía desplazando
al carbón. El precio del petróleo se mantuvo bajo hasta 1973. Esta
disponibilidad de combustible también favoreció la gran expansión de la
industria automotriz, pilar e el desarrollo e países como EEUU, Alemania
y Japón.
Otros
sectores que crecieron fueron los transportes y las comunicaciones. La
industria aeronáutica se convirtió en una de las más dinámicas, junto
con la telefonía. La extensión de los transportes y las comunicaciones
favoreció la integración económica mundial, facilitó el intercambio
comercial y posibilitó el desarrollo del turismo como una nueva
actividad económica.
EL ESTADO DE BIENESTAR
En
la posguerra los países capitalistas, siguiendo las ideas del
economista inglés John Keynes, ampliaron su actuación interviniendo en
varios aspectos de la economía y realizando obras públicas. En varios
países se estatizaron empresas, como energía eléctrica, ferrocarriles,
producción de acero y automóviles. Además invirtieron en ciencia e
investigación.
También
se tomaron medidas para asegurar a los ciudadanos seguridad social,
salud, educación, seguro por desempleo y facilidades para tener una
vivienda. Esta política de los gobiernos, que garantizaban cierto
bienestar de la población, se conoce como “estado de bienestar”.
Los
orígenes del estado de bienestar hay que buscarlos en los años 30,
cuando se sufrían las consecuencias de la crisis de 1929, antes de la
Segunda Guerra Mundial.
Durante
el siglo XIX el funcionamiento de la economía capitalista había sido
cíclico: a una fase de crecimiento económico le seguía otra de crisis;
luego venía una recuperación de la economía un
nuevo crecimiento hasta llegar a un nueva crisis. El liberalismo
consideraba que esta sucesión de fases eran “ciclos naturales” de la
economía.
John Maynard Keynes |
La
soluciones no parecían posibles confiando sólo en “los ciclos
naturales”. El economista inglés John Keynes señaló que para salir de la
crisis era necesaria la intervención de los gobiernos (abandonando el
liberalismo económico que se oponía a esa intervención). Su modelo
económico, conocido como “estado benefactor”o “estado de bienestar” se
basaba en que el estado debía planificar la economía y asegurar la
creación de empleos, por ejemplo a través de obras públicas. Si había
empleo la población mantendría el consumo y las fábricas seguirían
produciendo.
Las
ideas de Keynes tuvieron mucha influencia y los gobiernos, asustados
por la crisis y la posibilidad de que el descontento se transformara en
revoluciones, abandonaron el liberalismo sustituyéndolo por el
keynesianismo. Los gobiernos comenzaron a controlar la actividad
bancaria, los precios y los salarios, crearon fuentes de empleo haciendo
obras públicas, controlaron las importaciones, crearon empresas
estatales y aprobaron leyes que beneficiaban a los trabajadores. Si bien
al principio muchos empresarios se oponían, luego vieron que era la
forma de salvar al capitalismo.
Estas
ideas se aplicaron en EEUU a partir de la presidencia de Franklin
Roosevelt en 1933. En Europa, el político inglés William Beveridge,
elaboró un informe (el Informe Beveridge, del año 1942), donde proponía
que el estado se encargara de los gastos de salud de los trabajadores y
de las pensiones y jubilaciones, para que las empresas tuvieran menos
gastos y compitieran mejor. También decía que era necesario el pleno
empleo para que se mantuviera el consumo y el crecimiento económico.
En
Inglaterra se comenzaron a aplicar estas medidas a partir de 1945
cuando el Partido Laborista triunfó en las elecciones. Luego se
aplicaron en el resto de Europa Occidental. El sistema de seguridad
social (salud gratuita, seguro de desempleo, apoyo a madres solteras,
subsidio a las viviendas, etc), tuvo elevados costos para el estado. El
crecimiento económico en los años 50 y 60 permitieron al estado aumentar
los impuestos para cubrir esos gastos.
El
estado de bienestar y el crecimiento económico, las facilidades para
obtener vivienda y confort, la posibilidad de acceder a una creciente
cantidad de artículos de consumo y la seguridad de tener un empleo,
alejaron a los trabajadores de las ideas de cambio radical. Disminuyó la
posibilidad de revoluciones en Europa Occidental y los sindicatos
dejaron de reclamar el poder para los trabajadores, contentándose con
las mejoras salariales.
EL MILAGRO ALEMAN Y EL MILAGRO JAPONÉS
Dos
países que pueden servir de ejemplo de esta activa participación del
estado en la economía son Japón y Alemania. Los dos habían sido
derrotados en la guerra y habían sufrido grandes pérdidas materiales y humanas.
Alemania fue dividida y Japón ocupado por los norteamericanos. A pesar
de las dificultades, los dos países contaban con algunas condiciones
favorables:
1) mano de obra abundante y calificada;
2) capacidad de organización;
3)voluntad política de recuperar las economías;
4)
contaban con el apoyo de EEUU, que veía a Alemania Occidental y a Japón
como barrera de contención del bloque soviético en Occidente y en
Oriente.
5) no tenían gastos militares ya que habían sido prohibidas las actividades militares al finalizar la guerra.
En
ambos casos, la recuperación y el crecimiento económico durante las
décadas de 1950 y 1960 estuvo dirigido por la intervención estatal, que
se observa en:
- contención de la inflación;
- canalización del ahorro hacia sectores industriales estratégicos;
- apoyo a las exportaciones;
- impulso a la educación la ciencia y la tecnología.
El desarrollo de Alemania y Japón fue tan rápido que se habló del “milagro alemán” y del “milagro japonés”.
En
Alemania el estado no realizó muchas estatizaciones y permitió
ampliamente la iniciativa privada. Los empresarios y trabajadores
llegaron a acuerdos que eliminaron la posibilidad de conflictos
laborales. Los trabajadores fueron integrados a la gestión de las
empresas. Las industrias se diversificaron, al acero se sumaron la
electrónica, automóviles, aeronáutica, etc.
En
Japón el estado tuvo mayor protagonismo fomentando la industria pesada y
planificando las actividades económicas y fomentando las exportaciones.
Los trabajadores fueron sometidos a largas jornadas laborales, bajos
salarios y a una auto-disciplina laboral (sentirse parte de la empresa
para dedicar su vida a ella). Se destaca la formación de grandes
empresas dedicadas a la alta tecnología (electrónica, robótica,
informática).
LA UNIDAD DE EUROPA
La
idea de una Europa unida no era nueva; en el pasado se había intentado
varias veces, siempre usando la fuerza. Más que unión , en el pasado se
había intentado por parte de diversos países imponer la unión a otros.
Después de 1945 la unidad se buscó por medio de acuerdos diplomáticos.
Los primeros pasos. En
1948 en un Congreso celebrado en La Haya (Holanda) se creó el Congreso
Europeo, encargado se preparar la integración política y económica.
En
1948 se creó Benelux, unión aduanera de Bélgica, Nederland (Holanda) y
Luxemburgo. Entre estos países la mercadería en ellos producida podía
circular libremente y tenían un arancel (impuesto aduanero) común frente
a otros países. No existía integración en otras áreas y cada uno
mantenía su gobierno y sus propias leyes.
En
1951 se formó la CECA: Comunidad Económica del Carbón y del Acero. La
integraban Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Era
un organismo de integración sectorial ya que sus integrantes
establecían un acuerdo sobre la
producción y venta del hierro, el carbón y el acero. Las
características de la extracción, fundición, traslado, exportación de
esos productos eran las mismas para los seis países de la CECA. Entre
1951 y 1958 la producción de acero de estos países pasó de 34 a 56
millones de toneladas, mientras que, por ejemplo, la producción de
Inglaterra, que no participaba de la CECA, se mantuvo estancada en 20
millones.
La
CECA solamente se aplicaba a los productos antes mencionados, pero fue
importante porque demostró la posibilidad de integrar otros sectores de
la economía y porque en ella aparecieron las primeras autoridades que
tomaban decisiones por encima de los gobiernos de cada país.
El Tratado de Roma y la creación de la CEE.-
En 1957 los países que integraban la CECA firmaron un acuerdo en Roma
para dar origen a un nuevo organismo: la Comunidad Económica Europea
(CEE) o Mercado Común Europeo. El acuerdo dejaba abierta la posibilidad a
que otros países se integraran si lo solicitaban.
Sus objetivos eran:
-
La creación de una unión aduanera suprimiendo gradualmente las aduanas
entre los países de la comunidad. Así se eliminaban los impuestos
fronterizos y las mercancías pasarían libremente de un país a otro
- La posibilidad futura de que fuera libre el pasaje no sólo de mercancías, sino también de capitales y personas.
-
La unificación de las leyes de cada país para poder en el futuro lograr
una integración mayor y hacer efectiva la libre circulación de
trabajadores, estudiantes, etc. La intención era que a largo plazo se
unificara no sólo la economía sino también la sociedad y la organización
política, y que todos los países de la comunidad tuvieran los mismos
impuestos, las mismas normas de trabajo, etc. Por eso se preveían
futuros acuerdos para profundizar las relaciones entre los miembros de
la comunidad. No se establecían plazos para permitir a cada país ir
preparándose para esa integración y poder recibir a nuevos integrantes.
La CEE se organizó con cuatro organismos básicos:
-El
Consejo de Ministros, compuesto con un representante de cada uno de los
países integrantes. Es el que toma las decisiones por unanimidad de sus
miembros. Se encarga además de las relaciones exteriores de la CEE.
-
La Comisión Europea es el organismo que ejecuta las decisiones del
Consejo. Sus miembros tienen carácter técnico en áreas específicas.
-
El Parlamento Europeo es elegido por la población de los países
miembros mediante voto universal y secreto. Los diputados elegidos no
actúan por país sino por grupos políticos; la similitud entre los
partidos existentes entre los países de la comunidad permite y facilita
esa forma de actuación. Sus decisiones no tienen carácter obligatorio
como las leyes hechas por el Parlamento de un país, sino que son sólo
recomendaciones.
-
El Tribunal de Justicia es el que decido sui un país está cumpliendo o
no con los acuerdos y las decisiones tomadas por los organismos de la
CEE.
A
medida que el tiempo fue transcurriendo se fueron creando otros
organismos, con una función técnica, para poder aplicar las resoluciones
d ela comunidad.
La Europa de los Doce.-
La CEE había nacido entre países con un similar nivel de desarrollo.
Era la Europa rica de los “seis” que en un primer momento consideró
imposible aceptar la integración de los países menos desarrollados de
Europa Occidental, algunos de los cuales, además, tenían gobiernos
dictatoriales (por ejemplo España y Portugal). El desarrollo económico
de algunos países europeos y la democratización de los que tenían
dictaduras permitió el aumento de sus integrantes.
En
los años 70 y 80 se fueron incorporando nuevos miembros. En 1973
ingresaron Inglaterra, Irlanda y Dinamarca. En 1981 se agregó Grecia y
en 1986 se incorporaron España y Portugal. Así quedó conformada la
europa “de los doce”.
En los años 80 ya se habían llevado a cabo varias realizaciones comunitarias.
Una
de las primeras cosas que la comunidad puso en marcha fue un acuerdo
agrícola para aumentar la producción en ese rubro y autoabastecerse.
Para esto los países de la CEE se obligaban a comprar productos
agrícolas dentro de la comunidad antes de comprarlos a otros países.
Además se creó un fondo de garantía para ayudar a los agricultores de la
comunidad para que estos pudieran vender a bajo precio sin perder
dinero (agricultura con subsidios).
Además
del fondo de garantía agrícola se crearon otros dos fondos donde los
estados miembros volcaban dinero: uno, el Fondo de Desarrollo Regional,
para mejorar las regiones con menor desarrollo y evitar zonas
desequilibradas y otro, el Fondo Social Europeo para mejorar la
capacitación de los trabajadores y las posibilidades de empleo (por
ejemplo apoyando empresas nuevas).
Otra
de las realizaciones comunitarias se desarrolló en el campo de la
tecnología. El programa Eureka creado en 1986 permitió el enlace entre
los conocimientos en tecnologías de punta de los países comunitarios. El
programa Esprit coordinó los conocimientos en informática y el programa
Race las redes de comunicaciones. De esta forma los doce países de la
Comunidad pasaron a compartir su información científica sin egoísmos y
comenzaron a trabajar en equipo disponiendo de más información y dinero.
De esta manera se desarrollaron proyectos como los aviones de la
empresa Airbus o los cohetes Ariadna.
Un
paso importante para que la población de los países comunitario
sintiera los efectos d ela integración fue la creación del pasaporte
europeo que les permite viajar entre los países de la comunidad sin
cumplir con los requisitos que se le exigen a los pasajeros de otros
países.
A
partir de 1991 los países comunitarios comenzaron a reconocer los
títulos universitarios de los profesionales títulados en uno de ellos;
esto permite ejercer la profesión en cualquiera de ellos sin revalidar
los estudios. La situación ya estaba preparada para dar un paso aún más
grande en la integración; pero para eso era necesario hacer un nuevo
tratado que ampliara el de Roma de 1957.
El tratado de Maastricht y la Unión Europea.-
El 7 de febrero de 1992 los doce países que integraban la CEE firmaron
un nuevo acuerdo en la ciudad holandesa de Maastricht. Con el nuevo
acuerdo se refundaba la comunidad, que ahora pasaba a llamarse Unión
Europea y se daban los pasos hacia la total integración:
- Se establecía la libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales entre los miembros de la Unión.
- Se establecían normas para tener una política común de seguridad con la finalidad de crear una policía europea.
-
Se crearía, gradualmente, una ciudadanía europea, para que todos los
habitantes de los países de la Unión tengan los mismos derechos.
-Se
establecieron los plazos para la realización de una unión monetaria que
culminaría con la circulación de un billete europeo (el Euro) a partir
del 1 de enero del 2002.
- La gradual transferencia de la soberanía nacional a las organizaciones supranacionales, especialmente al Parlamento Europeo.
- El respeto a las identidades culturales nacionales y el cuidado del medio ambiente.
Tras
los acuerdos de Maastricht otros países europeos solicitaron su ingreso
a la comunidad. En 1995 se incorporaron Suecia, Finlandia y Austria,
formándose la Europa de “los quince”. El fin de la Guerra Fría y la
caída del los gobiernos pro-soviéticos de Europa Oriental a partir de
1989, provocó nuevas solicitudes de ingreso desde aquella parte de
Europa; también Turquía manifestó su interés de integrarse.
LAS MULTINACIONALES
El
crecimiento económico de la posguerra tuvo como principales
protagonistas a las grandes empresas, especialmente las norteamericanas.
La
formación de grandes empresas había arrancado en el siglo XIX cuando el
desarrollo de la industrialización requirió de grandes inversiones de
dinero para cubrir los gastos en maquinaria, materias primas, etc,
originando la concentración de capitales. Las empresas se fueron
fusionando o haciendo acuerdos entre ellas, formando los oligopolios
(pocas empresas que dominan un sector de la economía). Así surgieron los
trust (fusión de varias empresas en una sola) y cartel (empresas que
producen el mismo tipo de bienes que se ponen de acuerdo para no
competir entre ellas y aumentar sus ganancias)
Pero
fue a partir de la posguerra que adquirieron una importancia mayor. Un
factor importante en la expansión de las grandes empresas fue la
instalación de filiales en todo el mundo. Se trata especialmente de
empresas de EEUU, Europa Occidental y
Japón. Estas empresas, si bien tienen su origen y sus casas matrices en
un país determinado, realizan sus inversiones en otros países, de donde
extraen la ganancia, por lo que se les llama multinacionales o
trasnacionales.
El desarrollo de los transportes y
las comunicaciones ha favorecido su accionar. Además han sido un factor
importante en la globalización económica y cultural, ya que sus
productos se distribuyen en muchos países del mundo uniformizando el
consumo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario